¿Respetamos las diferencias?
El reconocernos como seres sociales es un elemento central para conocernos mejor y luchar día a día por lograr establecer una convivencia armoniosa y pacífica. Aunque esto es complicado, las sociedades han siempre buscado establecer normas y leyes que permitan evitar o prevenir conflictos así como también sancionarlos en el caso de que existan. La convivencia entonces ha necesitado estar enmarcada por distintos soportes legales y de valores sociales que nos educaran en la tolerancia o el respeto hacia el otro. De todos modos, nunca estos valores se aplican en su totalidad ya que las sociedades humanas son de por sí conflictivas.
Para mi es muy común hoy en día que muchos vínculos entre seres humanos se establezcan en torno a la violencia o al odio, al resentimiento y la venganza. Esto es en parte debido a los valores y modos que priman en nuestra sociedad actual, pero también es causa de que la institución familiar (como tantas otras) ha perdido fuerza en la transmisión de valores tales como el respeto, la tolerancia, el diálogo, la fraternidad y la solidaridad frente a las necesidades que los demás puedan presentar.
En pocas palabras la convivencia social es la coexistencia entre varios individuos, más allá de lo familiar y amigos cercanos. Es decir la convivencia con cualquier persona que forma parte de nuestra sociedad y el medio donde nos desarrollamos.
En nuestra institución es muy importante Aprender a convivir supone aprender a sobrevivir y a proyectarse, conectando con otros, en sus intereses y objetivos. Continuamente las personas se ven afectadas por el ambiente en el que se desarrollan o donde aprenden a desenvolverse.Es por eso que poder buscar un ambiente adecuado donde el respeto y los valores sean primordiales para la convivencia. El proceso de especialización consiste en la apropiación de la experiencia social del individuo para poder integrarse en sociedad.